miércoles, 22 de enero de 2014

Disfruta del momento… paso 41: Duermevela, entre dos mundos



 
Y continuamos con el mundo de los sueños, aunque esta vez nos quedamos a sus puertas, en sus límites. Hoy toca ver qué pasa en ese estado de duermevela, en el que no estamos plenamente en el mundo real pero tampoco estamos por completo en el mundo onírico.
Pero claro, si ya os conté el último día que me era muy difícil condicionar missueños  porque mi subconsciente tiene personalidad propia y no se deja influenciar por nada ni nadie, ¡y menos por mí!
Así que con el estado de duermevela no iba a ser diferente y, por ello, este paso…

Pero como siempre ya estoy adelantando acontecimientos, y las cosas tienen un orden lógico que hay que seguir. Y lo primero de todo es contaros de qué va el paso de hoy.
Por término medio, pasamos 2/3 de nuestra vida despiertos y 1/3 durmiendo. Estando dormidos (se supone que) no somos conscientes de nada ni controlamos lo que pasa en el mundo onírico, mientras que estando despiertos hay veces que somos conscientes de lo que nos rodea y otra veces… Bueno otras veces vamos por la vida como autómatas y por eso, para estar conectados con el Presente y, por tanto, poder Disfrutarlo plenamente estamos dando estos pasos.
Pero, ¿qué pasa en ese estado intermedio de duermevela, en el que no estamos completamente despiertos, pero tampoco estamos completamente dormidos?
Pues de eso se trata del paso de hoy, de que prestemos atención a lo que pensamos, sentimos, … justo antes de quedarnos dormidos o recién despertados. ¿Son imágenes? ¿Son pensamientos lógicos? ¿Son divagaciones? Además, debemos de intentar recordarlo todo para ver si lo que nos pasa/sentimos a lo largo del día tiene alguna relación con ello.
Bueno, hasta aquí la teoría del paso de hoy.
Y ahora lo que os decía de que este paso …
1) Prestar atención a lo que nos pasa justo antes de quedarnos dormidos.
A ver, el estado de duermevela se caracteriza por una relajación del estado de consciencia para ir entrando gradualmente (salvo para los que caen directamente inconscientes en la cama) en la inconsciencia del sueño.
Así que SI intento mantener aunque sólo sea una mínima parte de mi consciencia alerta a lo que estoy sintiendo al quedarme dormida, ENTONCES no sólo no me puedo relajar sino todo lo contrario, al sentirme observada por mí misma me pongo nerviosa y lo único que consigo es DESVELARME!!
2) Prestar a tención a lo que nos pasa justo recién despertados.
Yo recién despertada, sobre todo entre semana, NO SIENTO NI PADEZCO. Directamente soy un trozo de carne que se mueve por inercia. Vamos con deciros que me dejo todo, TODITO, todo preparado la noche anterior: desayuno, ropa, tupper, mochila del gym… para no tener que pensar absolutamente nada. Vamos que si se me ha olvidado algo y lo recuerdo estando ya en la cama, me levanto para hacerlo o ponerlo a mano, porque sé que si lo dejo para cuando me levante… se quedará sin hacer, coger o de lo que se trate.
Y los fines de semana que ya tengo un poquitito más de tiempo para remolonear. Pues eso, para RE-MO-LO-NE-AR. O sea, quedarme a gustito en la camita. Vamos, que ni pensar pienso en: “¿me levanto?”. Dejo al cuerpo que decida por sí mismo cuándo hacerlo.
Así que lo mismo que antes de dormirme, si ya empiezo a observarme, qué siento, qué no, qué pienso… pues a la porra el estar a gusto, ¿no?
Conclusión: No entiendo qué tiene que ver el “forzarme” a ser consciente del Presente en un momento que es para dejarse llevar hacia la inconsciencia o para volver a la consciencia lo más relajadamente posible, con Disfrutar del Momento.
En fin, a ver si en el próximo paso dejamos el mundo de los sueños y todo lo relacionado con él, que ya habéis visto que es un tema que me toca la fibra sensible, y volvemos a centrarnos en el tema: Disfrutar del Momento Presente.
Besazos!!
¿Quieres recordar el paso anterior? Ve al paso 40: Intentacondicionar tus sueños 

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